El arte de postergar
Si te suele suceder que siempre dejas para después lo que tenés que hacer o sentís la sensación de que te falta algo para poder hacer eso que te motiva, este post es para vos.
Vivimos en un mundo constante de “tengo que” “debería hacer tal cosa” “cuando tenga tal otra” y sin darnos cuentas nos pasamos postergando, nos volvemos “postergadores compulsivos”, pensando que la vida es eterna y jugando con el tiempo que nos queda.
Postergar es proporcional al compromiso que tenga con mi proyecto, metas u objetivos planteados.
Indudablemente la postergación va de la mano de la inseguridad y la carencia de algo que muchas veces no sabemos que es.
La postergación hoy es más conocida y estigmatizada por una palabra que suena mucho en las redes sociales y medios de comunicación que es la PROCASTINACIÓN.
Tenemos que ser conscientes que este estado puede presentarse con frecuencias cuando estamos en el proceso de creación, crecimiento y desarrollo de nuestros proyectos y emprendimientos, demás está decir que entendemos como emprendimiento toda acción de arrancar con una idea, llevarla a la acción etc., pudiendo ser entendido como un viaje, un estudio o un negocio.
El estado de postergación muchas veces está transitado por periodos cargados de dudas e incertidumbres sobre todo en los momentos de tomar responsabilidades mayores a las que tenemos a diario. Salir de la temida zona de confort.
Es interesante comprender que estos momentos o estados de postergación suelen suceder con más frecuencia de lo que pensamos y lejos de ser una preocupación, debe ser una ocupación. Ponerse a trabajar siempre es la mejor salida de ello.
Aquí te dejo de regalo una serie de acciones que realizo siempre que suele sucederme este estado de “dejar para después todo lo que debo realizar”
- Llevo al día mi agenda.
- Hago mis listas de compromisos semanales.
- Me permito mis pausas.
- Salgo de mis “pensamientos mentales recurrentes” (debería, tengo que, etc) a través de la atención plena, como ejercicio suelo poner una canción que me gusta o simplemente comparto con amigos unos mates. Estando presente en ese momento, silenciando mi mente de las obligaciones y me dispongo a escuchar y disfrutar.
- Me reúno con personas que me inspiran.
- Salgo a caminar.
Y la lista podría seguir. Pero lo mejor de todo es que cada uno se conoce y sabe en qué situación se encuentra y en nosotros mismos están todas las respuestas y salidas a la postergación.
Hay que re pensar y preguntarse a diario:
¿Qué tan comprometido estoy con lo que deseo alcanzar?
¿Qué pesan más: mis excusas, mis perdidas de tiempo, o mi compromiso?
Disfruta de lo que estás transitando, si te sentís estancado confío que encontrarás la salida muy pronto.
Busca ayuda y buena compañía, encuentra tú motor, tú inspiración diaria para dejar de postergar tus verdaderos sueños y razón de ser.
No dejes de contactarme si necesitas acompañamiento en tus proyectos o negocio.